13 dic 2010

PALABRAS DE UN GRAN CAMINANTE





  Oración de la noche





Yo camino por el mundo.
Soy pobre. No tengo nada.
Sólo un corazón templado,
y una pasión: la guitarra.
Para rezar en la noche,
la guitarra.
Para un recuerdo querido,
la guitarra.
Para la patria lejana,
la guitarra.
Para quemarme por  dentro,
la guitarra.
Junté puñados de arena
en mis manos bien cerradas.
Con el amor pasó igual:
abrí las manos y… ¡nada!
¡Ay, la hermandad de los hombres!
¡Ay, mi sagrada esperanza!
¡Adónde la paz, amigos,
la paz para mi guitarra!


Atahualpa Yupanqui

12 dic 2010

UNA CAMINATA POR EL MAR

Esto fue algo que escribí hace algunos meses, en una de tantas caminatas...

Santa Teresita, 24 de Octubre de 2010:

"Que extraña imagen la de nuestra América profunda. Mientras miro el mar a lo lejos y el olor de la sal penetra hasta lo más íntimo de mi ser, no puedo evitar transportarme. Estoy acá y a la vez estoy en toda la historia. Veo los barcos europeos que llegan y la conquista que comienza, pero… ahora ya no hay barcos ya, y la conquista fue perpetrada y hoy somos esclavos del mundo.

La duda cala hondo, como el aroma de la sal ¿Por qué Dios quiere que vea esto? ¿Por qué mis ojos no pueden detenerse tan solo en el instante presente?

Es que Dios escucha el dolor de su pueblo, siente la herida de su creación, ve la sangre que se derrama de las venas abiertas de este continente y del mundo.

Y quien busca a Dios, se encuentra con esta zarza que arde, y mierda que arde… o será al revés… quien logra ver la zarza que arde, quien logra ver y sentir el dolor de este nuestro pueblo, comienza a descubrir a Dios y su sufrimiento al ver a sus hijos desgarrados.

El mar agudiza el misterio. Da cuenta de la pequeñez del hombre que se ha creído su propio Dios. Me extraña que hombres de mar, como los que vinieron antaño, hayan llegado a creerse la sima del universo, cuando uno no puede más que yacer frágil, indefenso, impotente ante el majestuoso océano azul. Y la relación del hombre con el agua se cristaliza aquí. Parece tan cercana. Como si fuera tan solo ayer que nuestros remotos antepasados habitaron sus profundidades.”


Joche

EMPEZANDO LA CAMINATA

Bueno, la verdad es que soy nuevo en esto de los blogs, así que pido paciencia hasta ir desarrollando el arte.

Mi idea con este espacio es juntar dos de mis más queridas pasiones: el caminar y el escribir. Desde que tengo memoria que camino, y la vida en muchos sentidos se parece a una larga caminata. Sobran en el ámbito de la literatura comparaciones entre el caminar y la vida, por eso no me voy a poner en este momento a profundizar sobre esa analogía, aunque seguramente ya habrá tiempo para hacerlo.

Ahora lo que quería en algunas pequeñas palabras, comentar un poco sobre el nombre: “Caminando palabras”. Si, si, pequeñas palabras. Porque en verdad no se si serán pocas o mucha, justas o no, pero como espero que mis palabras crezcan con el tiempo, con la caminata, por eso, estas serán sencillamente pequeñas… jóvenes… palabras… Caminar palabras, creo yo es una actitud de vida, es entrelazar la trama de la belleza del arte del caminante (porque el caminante es un verdadero artista) y el arte de quien escribe, de quien dice, comparte, vive la palabra. Porque la palabra, y el caminar se viven, se experimentan, son identidad, son pasión, son elecciones.

Son también un salto a lo impredecible, a la oportunidad de sorprenderse con la vida y dejarse inundar con el misterio de la existencia. Comenzar un camino y decir la palabra, es asumirse con protagonista de la propia historia y no como un mero espectador, es tomar la vida con las manos y elegir, es hacerse cargo, a la vez que es saber que lo único seguro es que uno esta dispuesto a caminar, a andar.

Espero que se sientan cómodos aquí y quienes compartimos el gusto por estas pasiones podamos vivir algunas palabras y quien dice algún día compartir parte del camino, mientras como hombres seguimos andando.

Joche